Cruzando la calle en una plomiza tarde de invierno, levanto la cara, y ahí, sobre el cristal, se encuentra la silueta blanca de una manzana. Rápidamente, me viene a la cabeza la noticia que desde hace unos días ronda la prensa "Steve Jobs" deja temporalmente Apple (hasta Junio, en principio) por razones de salud. Se justifica por trastornos hormonales, pero inexorablemente viene a la memoria la idea del cáncer de páncreas de hace unos años. El hermetismo que habitualmente rodea la figura de Steve se vuelve más fuerte si cabe, todavez que la compañia a cuya cabeza se sitúa y cuyo valor rondaba hace unos dias los 75.000 millones de dólares, sufre caidas del orden del 10% en bolsa ante los rumores de la gravedad de su Ceo. ¿Como puede una compañia depender tanto de un hombre? ¿ES real esa dependencia?
Más adelante, en un puesto de periódicos, se detalla el fraude en la última asamblea del Real Madrid. Parece que la dimisión de su presidente, Ramón Calderón, es cuestión de horas. Probablemente si cotizase en bolsa, las acciones del Real Madrid subirían ante la posibilidad de esta dimisión. Creo que si, que las compañias dependen en gran manera de los hombres que la representan, o al menos, la imagen que de ellas tiene el resto del mundo.
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